jueves, 13 de enero de 2011

Hace no mucho tiempo...


...A todos mis hermanos de San José Obrero, especialmente a sus miembros del Grupo Joven, que incansablemente luchan por el futuro esperanzador de mi hermandad. Sirva ésta epístola para poder enmendar tantos momentos de disfrute que me he perdido a su trabajo...


Hace no mucho tiempo, había una huerta en Sevilla que con las claritas del alba se levantaba temprano para pulir ése bronce puro que es nuestra tierra.

Se levantaban ésos hombres con ojeras de trabajo, y esperanza por vislumbrar en el horizonte de ésa huerta un brote nuevo, una lucecita para seguir luchando con ganas.

Y fueron pasando los días, y ésos hombres no dejaron de luchar por su esperanza, ni dejaron de lado su trabajo que dignifica. Fueron labrando con su sudor una yema pura de Azucenas, que ejemplificara el esfuerzo de tantas mañanas claritas, tantos pesares, y tantas ojeras.

Esos hombres y mujeres se encomendaron a Dios, y Él mismo, haciendo de su bendita providencia les mandó a su Patrón San José. Y siguió Dios haciendo de su bendita providencia, y les mandó a la Madre de los Dolores, para que adivinaran que en su rostro de pena, siempre cabe un poquito más de Esperanza, un poquito más de vida y un poquito más de gracia…


Y siguió Dios haciendo de su bendita providencia, y les mandó a su Cristo. Lo llamaron Caridad. Y que nombre más propio para una huerta que siendo Obrera, se convirtió en Barrio, que sabiendo de sus Dolores se hizo grande, y que promoviendo la Caridad, se hizo Hermandad…

Aquella huerta que creció con las claritas del alba, con el trabajo y con las ojeras, creció tanto como el cultivo, y se hizo hermandad.

Si no me crees Hermano, mira a tu Patrón, que lleva en su mano izquierda el fruto de tu trabajo. Una vara de Azucenas, que cumple 50 años…

Una vara de Azucenas pura como su gente, bendita como su barrio, y de Caridad como su Hermandad.



Por eso Hermano, cofrade, o Sevillano que leas esto, recuerda, que las cosas grandes de la vida surgen con el esfuerzo de unos benditos hombres, que se enfundaron en su trabajo, y que hoy como hace tantos años como la huerta, trabajan porque la Hermandad, sea más que una Hermandad… Sea tu Familia…


José Enrique Sánchez Martínez